• El diputado de Cs Matías Alonso presenta una propuesta de resolución en el Parlament en que destaca que “el gobierno municipal ha decidido peatonalizar esta calle sin concretar los motivos o la necesidad de la medida

Parlament de Catalunya, miércoles 5 de agosto de 2020. El diputado de Ciutadans (Cs) Matías Alonso ha presentado una propuesta de resolución en el Parlament en la que pide “la suspensión del cierre al tráfico del Raval Santa Anna de Reus, que se empezó a aplicar este sábado, porque se ha adoptado sin consensuarlo con los vecinos y, por tanto, se han vulnerado sus derechos”. Por ello, ha asegurado que “esta medida de peatonalizar el tramo que va desde la calle Santa Anna y hasta la plaza Prim se debe revisar y acordar con los ciudadanos afectados” y ha recordado que “todas las administraciones públicas están obligadas a velar por los derechos de la ciudadanía y, por tanto, el cambio arbitrario, sin consenso ni necesidades objetivas que lo justifiquen y más aún en una situación de crisis como la derivada del COVID-19, es una vulneración clara de derechos de los vecinos y comerciantes afectados”.

El diputado de Cs ha remarcado que “los responsables políticos de la corporación local de Reus no son capaces de identificar los motivos de esta decisión, ni la necesidad, idoneidad y proporcionalidad”. En este sentido ha recordado que “el equipo de gobierno ya confirmó al Grupo Municipal de Cs Reus que no había ningún informe de movilidad que avale la medida de peatonalizar el Raval Santa Anna ni las restricciones de tráfico que se han aplicado”.Desde Cs apostamos por habilitar zonas peatonales y espacios amables para pasear, pero, antes de tomar decisiones, se deben evaluar los efectos que causarán y tener en cuenta la opinión de los afectados”, ha destacado.

Alonso también ha explicado que “la conversión en zona exclusiva para peatones afecta todo el arrabal, donde ya no se permitía la libre circulación, y a una veintena de comercios, cuyos titulares ni siquiera han sido consultados”. Además, según él, “esta limitación del paso de vehículos supondrá para muchos establecimientos una mayor dificultad logística y operativa, y, por tanto, unos mayores costes, lo que puede poner en peligro la viabilidad de varios comercios y el acceso a los aparcamientos Prim y Simonet, dos de los más utilizados por los clientes de esta tradicional zona comercial reusense”.